Para poner la cifra en contexto, podemos comparar con la producción habitual de los meses de julio o de diciembre de ejercicios anteriores, en los que la actividad se ralentiza al máximo y como consecuencia, bajan las toneladas producidas al nivel de entre 900.000 y un millón . Como ejemplo de referencia, en la grave crisis financiera de 2008, el mes con menor producción bajó a 725.000 toneladas.
Unesid ha subrayado que para las empresas siderúrgicas "trabajar a menos de la mitad de su ritmo habitual es inasumible más allá de unos pocos meses". Por ello, considera que para la reactivación de esta industria, será necesario que los sectores consumidores de acero(por ejemplo, el automóvil o la construcción) vuelvan a la actividad previa al confinamiento, y para ello, considera que las Administraciones deben fomentar la demanda privada (en el caso del automóvil) y también la actuación pública (en lo que respeta a la construcción). Además, insiste en que "la industria siderúrgica nacional es un sector fuerte y competitivo, clave para la reactivación económica del país".
SOS del sector siderúrgico
Todos los productos se ven afectados por la caída, únicamente se sostiene la producción de hojalata destinada a la elaboración de envases, que ha continuado en su ritmo habitual dado el mantenimiento de la actividad en la industria de la alimentación y bebidas.
Para las empresas siderúrgicas, cuyas inversiones alcanzan niveles de cientos o miles de millones de euros, trabajar a menos del la mitad de su ritmo habitual es insostenible más allá de unos pocos meses.
La patronal siderúrgica también espera acciones de la Comisión Europea, por ejemplo, una revisión de las medidas de salvaguardia. Por ello, subraya que nuestra industria produce bajo estándares ambientales mucho más exigentes que los de fuera de la UE y desarrolla una importante capacidad de innovación con el compromiso de neutralidad climática antes de 2050, por lo que es preferible conservar la producción aquí y no cederla a terceros países menos respetuosos con el medio ambiente.
Para la reactivación de la industria será necesario que los sectores consumidores de acero vuelvan a su actividad previa al confinamiento, lo que solo puede venir del fomento de su demanda privada, como en el caso del automóvil, o mediante la actuación pública, como en la construcción.
Deberán abordarse medidas ambiciosas de cara a los próximos años pero ahora urge llevar a cabo actuaciones rápidas. La industria siderúrgica nacional es un sector fuerte y competitivo, clave para la reactivación económica del país. La dimensión del deterioro del sector es grave y precisa un apoyo explícito con medidas para mantener su empleo —más de 60.000 empleos estables y de calidad— y un tejido industrial que es básico en determinados territorios del país.